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El Málaga sigue colista tras el empate en casa

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Ewerthon a punto de tirar el penalty del Zaragoza

Este equipo va cuesta abajo y sin frenos, nada que ver con el que sorprendió a propios y extraños la temporada pasada. Pero claro, ni lo del año pasado era normal para bien, ni lo de este lo es para mal. Y es que ni siquiera ante un equipo romo en ataque como el Zaragoza se pudo cosechar la victoria en casa. Estos tres puntos eran vitales para la pelea por salir de los puestos de descenso. Y el empate es lo mismo que la derrota en una liga de tres puntos por victoria.

Muñíz trató de imprimir aire nuevo a la alineación títular, incluyendo a los jóvenes Toribio e Iván, y la cosa no salió mal, porque el central fue el encargado de marcar el gol del Málaga. Pero no se puede cargar la responsabilidad de dar la vuelta a la inercia perdedora en dos chavales del filial. Y menos cuando los más veteranos como Welligton se encargan de autoexpulsarse por un puñetazo sin balón en el saque de una falta, donde precisamente había sido expulsado el lateral maño Paredes.

El partido se puso en contra cuando el arbitro señaló un penalty que en realidad no fue, pero que Munúa hizo que así pareciera. La televisión sacó del error a todos los que habían visto clara la zancadilla con la rodilla del portero del Málaga. Ewerthon se encargó de transformarlo y poner en ventaja a su equipo, tan necesitado de puntos como el Málaga para escapar de la zona de peligro. Con el cero a uno nada más empezar la segunda parte la afición empeó a pitar a Muñíz, y por ende al equipo, que ponía ganas pero poco más. Entonces llegaron las expulsiones de Paredes, donde el arbitro compensó el fallo de la pena máxima, la de Welligton, y el gol de Iván Gónzalez al rematar de cabeza un saque de esquina botado por Luque.

Quedaban unos quince minutos, que dieron para ver la ralea de la que está hecho Apoño, al escupir en la cara a Ander Herrera, y llamar negro a Ewerthon tras acabar el partido, y como Lafita pudo haber hecho más daño si su tiro en vez de pegar en el palo, entra dentro de la portería defendida por Munúa.

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