El propietario del Málaga está pasando a ser objeto de todas las dudas y especulaciones en la ciudad. Su incapacidad para solventar los problemas económicos del equipo hacen, que el que ayer fuera considerado como salvador hoy sea cuestionado cada vez por más malagueños. El tiempo parece dar la razón a los que no creíamos en «salvapatrias», y aún menos cuando sus únicos argumentos eran un dinero, que ahora no se ve por ninguna parte, excepto en los bolsillos de Abdullah Al-Thani.
A la vergüenza de que el equipo de una ciudad tan importante sea propiedad de un jeque árabe se suma ahora el hecho de que este señor ni tan siquiera es capaz de afrontar los proyectos que el equipo tiene planteados. Es más, se acaba de anunciar que la Junta de Andalucía lo ha sancionado con 55.000 euros por estar incumpliendo plazos para constituir la sociedad que ha de gestionar varios proyectos urbanísticos junto al Ayuntamiento de Marbella.